La cirugía Lasik revolucionó la oftalmología hace un par de décadas, ya que permitió corregir problemas refractivos de la visión, como la miopía y el astigmatismo, con mayor precisión y sin efectos secundarios que otras técnicas utilizadas hasta ese momento.
De hecho, las personas que se someten a este procedimiento pueden recuperar su visión cerca de un 100%, liberándose del uso de anteojos o lentes de contacto, aunque “no mejora la visión más allá de lo que se logra con el uso de éstos”, aclara el Dr. Sergio Tabilo, oftalmólogo especialista en cirugía refractiva de Clínica Puerta del Sol.
La cirugía Lasik consiste en dos pasos. Primero, el cirujano crea una pequeña lámina de la córnea que se llama “flap”, que se levanta y queda adherida a la córnea mediante una especie de bisagra natural. Luego, se aplica el láser Excimer directamente sobre la córnea, según los datos del paciente y se hace la corrección. Posteriormente el “flap” se vuelve a su ubicación original y se adhiere solo, sin necesidad de puntos ni suturas.
“Es prácticamente indoloro y la persona está de vuelta en su trabajo dentro de una semana”, comenta el doctor. Es una cirugía ambulatoria, con anestesia local y no dura más de 20 minutos.
Si bien la corrección del problema ocurre de forma inmediata, el primer día se genera un poco de inflamación y visión borrosa. “Se recomienda que el paciente no intente ver y que esté en una habitación oscura, en reposo, pero en el control del día siguiente el paciente ya puede ver bastante. El cambio es dramático, por eso es una de las cirugías más exitosas”.
Pero no todos son candidatos a esta cirugía. El láser adelgaza la córnea, por lo que no es recomendable en personas que tengan niveles de miopía por sobre los 6 puntos, y que no aumente más de 0,5 al año. En estos casos, es mejor recurrir a otra cirugía, llamada implante de lente intraocular fáquico.
“El candidato ideal para cirugía Lasik tiene entre 21 y los 45 años de edad. No menos de 21, porque el ojo está madurando todavía, y no más allá de los 45, porque ya la persona puede tener presbicia y la solución con láser es insuficiente”, señala el Dr. Tabilo.
En los exámenes preoperatorios se realizan mediciones de topografía, espesor y curvatura de la córnea. En ese análisis se determina si el paciente es apto o no para Lasik. “Alrededor del 15% a 20% de los pacientes no cumplen con los parámetros para hacer el corte en la córnea y se debe aplicar el láser de forma directa, en un procedimiento llamado PRK. En este caso sí puede haber dolor, porque al aplicar el láser directo la recuperación es más lenta y hay más dolor”.
Se estima que sólo el 5% de los pacientes que corrigen su miopía o astigmatismo con cirugía Lasik vuelve a usar lentes, al cabo de 10 años, aunque de menor graduación.
Al igual que todas las cirugías ésta no está exenta de riesgos, muy rara vez puede haber una infección. “Para disminuir los riesgos, en Puerta del Sol agendamos los procedimientos en días separados, dentro de un rango de 1 a 2 días y así nos aseguramos que la recuperación vaya dentro de lo esperado”, asegura el Dr. Sergio Tabilo.
